sábado, 30 de junio de 2012

¿Qué cuando me convertí en mujer?. Nunca, porque siempre lo he sido (II)

En esta entrada seguimos profundizando en un tema tan incomprendido y con tantos tabúes como el de la transexualidad. Para conocer mejor esta realidad que afecta a millones de personas en el mundo, contamos con la entrevista a la experta Lola Martín :


“Uno de los mayores problemas es la ignorancia que existe sobre la transexualidad y la amplitud de este concepto”

Para la experta Lola Martín, socióloga y responsable del  Área de Formación y Estudios del Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid, nuestra sociedad no está lo suficientemente bien informada sobre la transexualidad y todo lo que ésta conlleva. Según Martín, “tanto en prensa como en la calle confundimos términos y con estas confusiones dañamos, sin querer, a éste colectivo”. En este sentido, opina que “los medios de comunicación tienen un papel clave y es fundamental el cómo se trate este tema en la prensa”.  Martín hace hincapié en que los periodistas deben documentarse mejor y utilizar un lenguaje correcto porque en general desde la prensa esto  no se hace”.

¿Podría poner algún ejemplo?
Un perfecto ejemplo de estas confusiones es el de llamar al proceso transexualizador cambio de sexo en lugar de reasignación sexual. Un transexual nunca se cambia de sexo, por que para él o ella, su sexo siempre ha sido el de destino, el que tendrá físicamente tras hormonarse y operarse, si es que quiere hacerlo.

¿Quiza la prensa se escuda en que si no la gente no se entera?
Exacto. Siguen utilizando la excusa de que como con reasignación de sexo la gente no sabe de lo que están hablando…. Yo pienso que si no están familiarizados con ese término, con mayor razón deberían los periodistas acercarlo a la masa social.
No se le da la importancia al lenguaje que realmente tiene y un lenguaje mal utilizado puede ser muy dañino. Es algo que, más que ayudar, puede ofender a las personas de las que estás hablando.
Creo que la cuestión de fondo es que sigue sin dársele importancia a los sentimientos de un grupo de personas representativo de la sociedad. Imagínate que un periodista en lugar de utilizar el término Síndrome de Down siguiera utilizando el del Síndrome de Mongol. ¿Cómo se sentirían esas personas y sus familias?

¿Cuál es la diferencia entre el Programa de Información y Atención a Homosexuales y Transexuales de la Comunidad de Madrid y otras asociaciones LGTB?
La diferencia entre asociaciones LGTB como Colegas o COGAM[1] y nosotros es que nosotros somos un servicio público, que depende de la Conserjería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, desde hace 10 años.
La diferencia en el trabajo es sobre todo que las demás asociaciones las llevan voluntarios y nosotros somos profesionales. Lo que hacemos aquí es un trabajo profesional, dentro de distintas áreas (jurídica, psicológica…) y tenemos experiencia en la problemática LGTB.

¿Cúal es vuestra función?
Nuestro trabajo consiste en ayudar a paliar los efectos que provocan la homofobia, bifobia y transfobia en las personas gays bisexuales o transexuales que la sufren.  Habrá miles de personas gays o transexuales que nunca van a pasar por este servicio pero desgraciadamente muchas personas si que necesitan nuestra ayuda.

¿Ha aumentado el nivel de  concienciación social ante la diversidad sexual?
En estos diez años hemos visto cómo ha cambiado el panorama de los transexuales, y con ello nuestro proceso de trabajo, pero, aunque parezca que está todo hecho, eso no es verdad. La aceptación y comprensión de la transexualidad no está al mismo nivel que la de la realidad homosexual (que tampoco es total).
Cuando nosotros comenzamos hace diez años, en general las personas que acudían a nosotros para trabajar el proceso PIOS (se denomina así al Proceso de Identidad de la Orientación Sexual), eran personas que en general tenían ya más de veinticinco o treinta años y  estaban estabilizadas, habían terminado sus estudios, tenían un trabajo fijo y eso les hacía centrarse en acudir a nosotros para orientarse sobre cómo “salir del armario”. Desde hace una década hemos percibido un aumento de lo que nosotros llamamos el “síndrome física o química”.

¿En que consiste el síndrome “física o química”?
Cada vez hay chicos más jóvenes que ven física o química u otras series de televisión en las que se trata la realidad homosexual o transexual y eso les hace imitar a esos personajes hasta el punto de revelar su condición en casa o en el colegio. Pero la realidad es más dura aún que la ficción y a ese chico le llueven insultos por todos los lados. El instituto sigue siendo uno de los lugares más homófobos que existe.

¿Cuánta gente ha solicitado vuestra ayuda en estos 10 años? ¿Cuántos de ellos eran transexuales? ¿Cómo trabajais con ellos?
Los transexuales son más o menos un 10% de la población que atendemos aquí. Aquí se les presta todo lo que tiene que ver con demanda social, demandas jurídicas y en menor proporción demanda de atención psicológica. Muchas veces, si lo que la persona necesita o en lo que está interesado es en el proceso transexualizador (que no siempre es así) se la deriva a la UTID, Unidad de Trastorno de Identidad de Género. Los temas relacionados con transfobia o la discriminación laboral sí que se trabajan desde aquí. Y es que la  persona transexual, en general, necesita mucha más atencion que los homosexuales. Están mucho más dañadas porque la transfobia es mucho más fuerte y dura que la homofobia, así que aquí les damos el  asesoramiento que necesitan. Ten en cuenta que 1 de cada 17.000 hombres y 1 de cada 34.000 mujeres (ambos de sexo biológico) son transexuales.
Ahora estamos trabajando con un grupo de personas transexuales que solicitan asilo por razones de orientación o identidad sexual.

¿Cómo funciona este servicio?
Tú puedes pedir el asilo por razón de género, y dentro de esas razones está el ser perseguido por tu identidad sexual. Se trata de acoger a personas procedentes de países donde la homosexualidad o la transexualidad tienen penas de carcel e incluso de muerte. Muchas personas tienen que huir de sus países debido a su orientación y/o identidad sexual. La inmigración es una de las primeras demandas que nosotros tenemos. Incluso aunque no vengan de paises en los que exista una homofobia o transfobia institucionalizada, si que hay una gran homofobia social en la que es muy dificil vivir tu vida como homosexual o transexual.
No se trata solo de paliar el daño cuando este ya se ha producido sino que es necesaria una labor de prevención de la transfobia. Hacemos sensibilación, difusión del servicio, atención a otros profesionales. Esto es así, porque estamos ante un tema absolutamente transversal porque mucha gente necesita esta información, desde la policía, porque si una persona va a poner una denuncia, el policía tiene que saber  que le está contando el denunciante, militares, centros de salud, trabajadores sociales, psicólogos y toda la población en general.

¿Porqué es mayor la discriminación a transexuales que a homosexuales?
La homosexualidad, a no ser que tengas mucha pluma, es algo que si no lo cuentas, la gente de tu ciudad, tu trabajo, o tu centro de estudios  no tiene  por que saber, que puedes ocultarlo. Sin embargo, la persona transexual, en la inmensa mayoría de los casos, no puede ocultar la razón de su estigma, de su discriminación. Si lo extrapolamos a la sociedad nazi, un judío podría, dependiendo del contexto, ocultar su religión, el motivo de su estigma, pero ¿Cómo oculta un negro su color de piel?

¿Todas las Comunidades Autónomas ofrecen el servicio que vosotros ofreceis?
No. Tristemente Madrid es la única Comunidad Autónoma con este servicio público, que se creo a petición de las propias asociaciones LGTB, con mucha fuerza en Madrid. Las asociaciones de voluntarios sí que tienen presencia en todas, o casi todas, las comunidades autónomas. 



[1]Confederación Española de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales y Colectivo de Lesbianas , Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid, 

miércoles, 27 de junio de 2012

¿Que cuando me convertí en mujer?. Nunca, porque siempre lo he sido (I)


La transexualidad es una realidad que afecta a miles de personas en nuestro país. Muchas de ellas reclaman a los medios que ofrezcan un mejor conocimiento sobre su realidad y consideran que sufrirían menos daño si la población estuviera mejor informada. ¿Que es la transexualidad y que pueden hacer las personas que la sufren?

àREPORTAJE

ONCE CONCEPTOS CLAVE PARA ENTENDER LA TRANSEXUALIDAD

  • ¿Que es la transexualidad? 
La transexualidad es un concepto muy amplio que se puede ver desde muchos puntos de vista. Hay que saber diferenciar la orientación sexual de la identidad sexual, porque una no tiene nada que ver con la otra. La orientación sexual vendria a ser hacia que sexo van dirigidos nuestros deseos y la identidad sexual tiene que ver con el sexo psicológico. Cuando hablamos de sexo, a simple vista parece una solemne tontería preguntar “¿de qué sexo eres?”, como si fuera algo a lo que solo se puede responder hombre o mujer. La pertenencia a un sexo parece una cosa muy facil y directa, pero no lo es. El concepto de sexo tiene muchas variables. Por un lado estaría el sexo biológico, por otra la identidad sexual y por último el sexo psicológico.  Para comprender bien la transexualidad habría que saber diferenciar muy bien estas tres variables del concepto sexo.

  • ¿Qué es el sexo biológico?
El sexo biológico lo determinaría el sexo cromosómico, las gónadas, los genitales, las hormonas sexuales y el sexo cerebral. Todo esto determinará tu apariencia de “macho” o “hembra”.

  • ¿Qué es el  sexo psicológico?
El sexo psicológico o identidad sexual es como la persona se define y se identifica mentalmente. Es decir, la persona se “siente” de un sexo u otro. Es la etiqueta (hombre o mujer) que tu mismo te pones sin tener en cuenta tu apariencia externa, sino otras muchas razones que van desde tu experiencia vital hasta como te sientes por dentro. Lo primero que haces cuando ves a alguien es ponerle la etiqueta de hombre o mujer según su apariencia fenotípica (su forma de vestir, si tiene o no pecho, vello….). ¿Qué ocurre cuando no sabes etiquetar a una persona porque es muy andrógena? Normalmente esperas a que hable porque en idioma castellano es muy dificil comunicarte con alguien cuyo sexo desconoces sin ponerle una etiqueta u otra. A este proceso de etiquetar a una persona como hombre o mujer se le llama alosexación, es decir, una etiquetación del sexo puesta desde fuera. Pero existe otro concepto llamado autosexación, que define la etiqueta que tu mismo te has puesto.

Los demás te etiquetan como hombre o mujer según tu apariencia externa o fenotípica. En la mayoría de las personas la etiqueta impuesta por los demás coincide con la que tu mismo te pones, pero en muchas personas la apariencia externa no coincide con su sexo psicológico.

  • ¿Qué es el sexo social?
El sexo social es el género o sexo público que puede ser de hombre o de mujer. El sexo social está relacionado con los roles de género, que son el conjunto de normas que dicta la sociedad y la cultura sobre el comportamiento femenino o masculino que se espera de alguien por ser mujer u hombre.
No obstante, el sexo social ha ido variando a lo largo de la historia y depende mucho de la sociedad y en el país en la que se vive. Por ejemplo, en países en los que ha calado la lucha feminista, es muy normal que la mujer lleve pantalones, al contrario que en países menos avanzados en el trato a la mujer. Si hubieras visto a una mujer con pantalones hace 150 años, te hubiera sido muy raro “etiquetarla” en la categoría mujer.

  • ¿Qué es la transfobia?
La  transfobia es cualquier manifestación que señala al transexual como contrario, inferior o anormal. Es un miedo irracional basado únicamente en creencias y valores que apoyan estereotipos negativos sobre las personas transexuales, que se concreta en una adversión por estas personas ante las que se reacciona con odio, represión, o marginación. La transfobia puede tener varias manifestaciones, como considerar la orientación o la identidad sexual (homofobia y transfobia respectivamente) de estas personas como antinatural o enfermiza.

Este tipo de comportamientos van desde los chistes transfóbicos hasta las agresiones físicas. La transfobia también está presente en el plano institucional, desde la violación de los derechos humanos (con penas de cárcel, incluso muerte para personas LGTB[1] en muchos países) hasta la inexistencia de legislación que contemple la igualdad de todas las personas, independientemente de su identidad de género y su orientación sexual.

Del mismo modo, la persona puede ser victima de transfobia interiorizada (consistente en interiorizar que la conducta transexual [y / u homosexual] es negativa debido al mensaje permanente de la familia, centro de estudios y todos los ámbitos de la sociedad. Afecta tanto a las personas heterosexuales como a las homosexuales y/o transexuales, provocando en las dos últimas graves problemas de autoestima que conllevan a una invisibilización social) y la transfobia externa (conductas físicas, verbales o emocionales, como agresiones en el trabajo o centro de estudios, discriminación en la familia…). Algunas personas, incluidas las LGTB, tenemos una homofobia específica denominada plumofobia, que se basa en el rechazo, odio o adversión hacia las personas amaneradas o “con pluma”.

  • ¿Qué papel juegan las hormonas en el proceso transexualizador?
Las hormonas sexuales son un punto clave en el proceso transexualizador puesto que la diferente apariencia física entre hombre y mujer radica en el porcentaje de cada una que posee cada persona. Pero esto no es tán dicotómico como el sexo biológico. Todas las personas tenemos testosterona y andrógenos (hormonas masculinas) y progesterona y estrógenos (hormonas femeninas). Hay veces en las que incluso la composición hormonal de una mujer puede estar más cerca de la de un hombre, que otro hombre. Se supone que la masculinidad pide que existan muchas hormonas masculinas y la feminidad que existan muchas hormonas femeninas.

No obstante, la feminidad y la masculinidad extrema tampoco existen sino que son un ideal social. Todos intentamos “forzar” nuestra apariencia, maquillándonos o dejándonos barba, por ejemplo.

  • ¿Está relacionada la pluma con el número de hormonas femeninas?
Esto es totalmente falso. El sexo biológico no tiene que ver nada con la orientación y la identidad sexual de una persona. De hecho, según muchos estudios, los hombres homosexuales tienden a tener más hormonas llamadas másculinas, pero que no deberían llamarse así, puesto que las mujeres también las poseen.

  • ¿Que es proceso transexualizador? ¿De cuantas fases consta?
Son los cambios necesarios a los que se somete una persona para que su sexo en apariencia, sea el mismo que su sexo psicológico.
El proceso transexualizador consta de tres fases. La primera es la fase psicológica, en la que la persona tiene que acudir a una serie de entrevistas con psicologos y psiquiatras que descarten cualquier enfermedad mental, pues pueden existir patologías que confundan a la persona y la lleven a pensar que es transexual. Cuando los psicólogos dictaminan la disforia de género, se pasa a la segunda fase, en la que se sigue un proceso hormonal. En este estadio se busca masculinizar o feminizar el cuerpo a través de las hormonas femeninas/masculinas. En general los hombres transexuales consiguen un cambio muy rápido. Es muy facil masculinizar el cuerpo para que la apariencia vaya acorde con el sexo psicológico de la persona. El tema de las operaciones, es el último y más complicado tramo.

  • ¿A partir de qué edad es posible llevar a cabo el proceso transexualizador?
Normalmente la persona debe alcanzar la mayoría de edad para empezar el proceso. A nivel privado, en casos específicos en los que se cuente con el consentimiento de los padres, se comienza con la hormonación a los diecisiete. Algunas personas, sobre todo menores, toman la decisión de hormonarse por su cuenta, cosa para nada recomendable, ya que cada persona tiene un  cóctel hormonal específico. Si lo que quieres es masculinizar o feminizar tu cuerpo, tienes que ir a un  especialista que tenga en cuenta tus caracteristicas hormonales, para que esa hormonación no te haga más daño del que te va hacer, porque estamos hablando de un proceso ya de por sí muy agresivo.
  • ¿Todos los transexuales necesitan operarse?
Hay personas para las que es muy importante la operación y realizan el proceso completo. El transexual decide operarse y hacer coincidir su sexo biológico con su sexo psicológico para sentirse bien con la sociedad y, mucho más importante, consigo mismo. No obstante, es importante saber y respetar que hay personas para las que no es tan importante, o incluso no quieren, realizar el proceso completo y se quedan en algún estadio. A veces  tambien por razones obligatorias, como por ejemplo tener una enfermedad incompatible con la operación. Pero en ocasiones hay personas que no necesitan llevar a cabo el proceso completo para sentirse mujeres.

  • ¿Son transexualidad y travestismo el mismo concepto? ¿Y transgénero?
El concepto de travesti no está relacionado con la transexualidad porque no tiene nada que ver con la identidad de género, sino que tiene relación con un fetichismo. Un travestí es una persona que se viste con ropas diferentes a las típicas de su género por placer erótico, si lo hace por trabajo, por ejemplo en un espectáculo y sólo y exclusivamente para ello, es un transformista. La persona travestí no tiene una identidad sexual diferente a la de su sexo biológico.
El término transgénero se suele utilizar para aquellas personas que aunque no tienen una identificación de su sexo biológico con su sexo psicológico-social, no ven necesaria una reasignación total de su sexo biológico; es decir, pueden sentirse hombres o mujeres sin necesidad de una reasignación genital, por ejemplo.


[1] Término que agrupa a Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales.